Los “pastores modernos” o “falsos pastores”, -que al cabo da lo mismo-, quienes no deberían ni llamarse pastores siquiera porque está prohibido en la doctrina cristiana asumir cualquier tipo de título religioso, sea: padre, maestro, pastor, papa, monseñor, apóstol, cardenal, reverendo, etc. creen que enseñar la doctrina cristiana es una simple cuestión de abrir la biblia en cualquier pagina, leer cualquier cosa al azar; y ya está. Así creen que ya se aprende todo, y que así se santifica a cualquier creyente. Cierto es que de esa forma si logran engatusar a muchos ignorantes que no han leído la biblia.
Pero no es así. Eso está muy lejos de ser la verdad. Primero, usemos la lógica común, imagine usted por un momento, y pregúntese a sí mismo: ¿qué pasaría si un paciente que está “gravemente enfermo” se tomara cualquier tipo de medicina, al azar, en cualquier cantidad, a su gusto y antojo?, ¿Cree usted que esa persona se podrá salvar a si misma, o se morirá?
Usemos ahora otro ejemplo con los suplementos alimenticios que son realmente beneficiosos al ser humano como son las vitaminas y los minerales. Cualquier médico podría informarle que el consumo desorganizado y en cantidades no reguladas de éstos, puede traerle gravísimas consecuencias médicas, incluso la muerte.
La biblia es la Palabra de Dios, eso si es correcto. Pero en ella encontramos directrices para varios tipos de creyentes. No todo lo que contiene la biblia es para todos, o al menos, no en un preciso momento. La Biblia contiene relatos e historia que nos educa y beneficia a todos por igual, pero también contiene “epístolas que están dirigidas exclusivamente a los santos”, no son para los pecadores ni para los creyentes principiantes, otras epístolas y cartas son para los líderes (santos) de las iglesias solamente, otras son directrices para los principiantes en la doctrina, otras son para los incrédulos y auto-llamados ateos, y otras son para los creyentes maduros.
La Biblia trae también mensajes dedicados a “las generaciones perversas”, a los mentirosos, a los ladrones y delincuentes, a los hijos desobedientes e irrespetuosos, a los ladrones y corruptos, a los hipócritas, a los fornicarios, a los homosexuales, a las prostitutas, a los corruptos, y trae enseñanzas y promesas para quienes ya han recibido el sello del Espíritu Santo; y por lo menos, para otra docena de clases de personas, entre las que están también los falsos pastores y maestros. Como ven, no todo en la Biblia es en realidad para todos.
Tomar todo éste conocimiento “de manera indiscriminada”, “desorganizada”, -o al azar-, solo puede acarrea una sola cosa: la equivocación, los malos entendidos, el error, el camino equivocado, la perdición, el desconsuelo, el aburrimiento, etc.
Con un aprendizaje desorganizado y al azar el creyente jamás hallará el verdadero camino a la verdad, peor aún encontrará su santidad, y ni pensemos siquiera en la salvación y la vida eterna.
¿Puede un soldado saber todo lo que ya sabe un general? ¿Que pasaría si un soldado se atribuye los derechos y responsabilidades que solo le corresponden a un general? Sus ordenes serian mediocres, sin sentido, sus equivocaciones atraerían graves consecuencias. Pongamos entonces a los principiante de una escuela de medicina, que no sabe ni usar un bisturí, a efectuar operaciones de corazón abierto. ¿Salvarán o matarán a los pacientes? Obviamente los van a matar.
Todo creyente debe empezar tomando solamente “la leche de la doctrina”, lo esencial; porque así es necesario que sea. El aprendizaje se debe realizar poco a poco, bajo evaluaciones estrictas y periódicas, (Marcos 8:15), y después si, ir avanzando poco a poco a la teoría más profunda.
1 Corintios 3:2
Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,
La evaluación del conocimiento adquirido por cada creyente es esencial. Jesús lo hacia con sus apóstoles. Ahora, en tiempos modernos, ésto se lleva a cabo sólo en las iglesias que si se han sometido a la “disciplina bíblica de la Iglesia de Jesucristo”, lo cual es “ninguna”. Por muy increíble que ésto parezca, así es. No hay una sola iglesia moderna que cumpla a cabalidad la disciplina de la Iglesia de Cristo. No solo porque la desconocen totalmente, sino porque además arguyen ignorantemente de que ahora vivimos otros tiempos.
Es mas probable que se pueda obtener un verdadero conocimiento sistemático de la doctrina cristiana en una universidad, que en una iglesia. De hecho, no le recomiendo a nadie adquirir el conocimiento de Dios y de las escrituras de boca de nadie que no este realmente autorizado y preparado para ello, pues los resultados serian catastróficos.
La mayoría de pastores y maestros de las escrituras no tienen “ninguna formación académica” para llevar a cabo tal empresa; lo cual significa que, todo lo que usted aprenda de ellos muy difícilmente se apegará a la metodología de Cristo y peor aún a lo que Cristo quisiera enseñarle. Su mandato de “ir y predicar su evangelio a todas las naciones” fue dado a sus santos, todos ellos ya sellados por el Padre con el Espíritu Santo. Los de hoy, se sellaron ellos mismos.
Para quienes quieren incursionar seriamente en el estudio bíblico, les recomiendo matricularse en un colegio o una universidad, o inscribirse en el Instituto Norte-Americano de Altos Estudios Bíblicos. (INAAEB)
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A todos los llamados “pastores” y “maestros” les hago un llamado a la reflexión. Dios Padre no nos envió “los pies” sino “la cabeza” de la Iglesia. La inteligencia, la lógica, el sentido común y la ética ante todo. Yeshúa, hombre lleno del Espíritu Santo y por consiguiente sabio, poderoso, honorable y glorioso, pensante e inteligente, supo presentarnos el reino del Padre y enseñarnos el camino a la santidad, a la salvación, y a la vida eterna, usando obviamente un método o camino pedagógico y sistemático para éste fin. Camino que se inicia en la plenitud de la ignorancia de todo individuo acerca de voluntad y de las leyes de Dios Padre, hasta llevarnos al completo domino del conocimiento tanto del Padre como de todas sus leyes, mandamientos y enseñanzas. Santificándonos poco-a-poco con su palabra, justificándonos con su muerte, y perdonándonos y sellándonos con el Espíritu Santo, para poder entrar confiados en el trono de la gracia. Todo esto, claro está, si seguimos su camino y aprendemos todo lo que él nos ofrece. Comiendo de su cuerpo y bebiendo de su sangre; así nos aconseja, otro método, …. imposible!
Dejad entonces de errar y de mal dirigir a otros, lobos y buitres rapaces que buscan su propia codicia, porque la condena a todo falso pastor ya esta escrita en las santas escrituras:
Santiago 3:1-2 Sobre el poder de la lengua
Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos un juicio más severo. Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
Mateo 23:8
Pero vosotros no dejéis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos.
Romanos 2:20
instructor de los necios, maestro de los faltos de madurez; que tienes en la ley la expresión misma del conocimiento y de la verdad;
1 Timoteo 1:7
queriendo ser maestros de la ley, aunque no entienden lo que dicen ni las cosas acerca de las cuales hacen declaraciones categóricas.
Santiago 1:16
Amados hermanos míos, no os engañéis.
Santiago 1:19
Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira;
Santiago 3:10
de la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Juan 4:23-24
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Zacarias 11:1-3
¡Abre tus puertas, monte Líbano, para que el fuego devore tus cedros! Gime tú, ciprés […] ¡Giman robles de Basán! […] Escuchen el gemido de los pastores; ¡sus ricos pastales han sido destruidos! Escuchen el ruido de los leones; ¡la espesura del Jordán ha quedado devastada!
El capitulo anterior, el 10, terminó con hermosas promesas acerca de cómo Dios pastoreará a su pueblo:
Zacarias 10:2
Yo mismo los fortaleceré, y ellos caminarán en mi nombre, afirma el Señor” (10:12).
Esto es en contraste con los malos pastores que han dispersado a las ovejas: “¡El pueblo vaga como rebaño agobiado porque carece de pastor!”.
Ahora el capitulo 11 de Zacarías abre con un poema que describe la angustia de los malos pastores (los líderes espirituales y políticos) cuando Dios envía su juicio sobre ellos. Salomón usó tantos cedros de Líbano en la construcción de tu templo que los cedros del Líbano llegaron a simbolizar la magnificencia del reino de Salomón. Por extensión, la destrucción del bosque simboliza la destrucción de su reino. Basán era una meseta fértil conquistada por Josué; hoy día se llama Altos de Golán. Este terreno cayó a Asiria en el siglo VIII a. C. Bajo el juicio de Dios, los malos pastores gemirán como pastores que han perdido sus pastizales y leones que han perdido su jungla. Perderán su sustentamiento y serán ellos mismos quitados de sus rebaños.
Pero hay una pregunta muy importante que subyace en toda la historia de Israel, que fue gobernado mayormente por malos pastores: ¿Por qué lo permitió Dios? La respuesta es muy penosa y tremenda. Porque rechazaron a Dios como su Pastor y, por lo tanto, Dios les entregó en manos de sacerdotes impíos y reyes corruptos que fueron malos pastores. Ha sido porque el rebaño detestó a su Pastor: “Perdí la paciencia con estas ovejas, y ellas también me odiaron” (v. 8, NTV). Las ovejas eran tan malas como sus pastores. Tenemos los pastores que nos merecemos.
Zacarias 11:8
LBLA
Y destruí a los tres pastores en un mes, pues mi alma se impacientó con ellos y su alma también se cansó de mí.
DHH
Y en un solo mes despedí a tres pastores que habían agotado mi paciencia y que me odiaban.
JBS
E hice matar tres pastores en un mes, y mi alma se angustió por ellos, y también el alma de ellos me aborreció a mí.
NBD
En un solo mes me deshice de tres pastores. Pero me cansé de las ovejas, y ellas se cansaron de mí.
NBLH
Destruí a los tres pastores en un mes, pues mi alma se impacientó con ellos y su alma también se cansó de mí.
NTV
En un solo mes me deshice de los tres pastores malvados. Sin embargo, perdí la paciencia con estas ovejas y ellas también me odiaron.
NVI
En un solo mes me deshice de tres pastores. Pero me cansé de las ovejas, y ellas se cansaron de mí.
CST
En un solo mes me deshice de tres pastores. Pero me cansé de las ovejas, y ellas se cansaron de mí.
PDT
En sólo un mes me deshice de tres pastores, pero me enojé con las ovejas, y a su vez ellas me despreciaron.
BLP
y en un solo mes despedí a tres pastores, pues yo no los pude aguantar y ellos se cansaron de mí.
BLPH
y en un solo mes despedí a tres pastores, pues yo no los pude aguantar y ellos se cansaron de mí.
RVA-2015
Eliminé a tres pastores en un mes. Mi alma se impacientó por causa de ellos y también el alma de ellos se hastió de mí.
RVC
En un mes destruí a tres pastores, pues perdí la paciencia con ellos, y también ellos se cansaron de mí.
RVR1960
Y destruí a tres pastores en un mes; pues mi alma se impacientó contra ellos, y también el alma de ellos me aborreció a mí.
RVR1977
Y destruí a tres pastores en un mes; pues mi alma se impacientó contra ellos, y también el alma de ellos me aborreció a mí.
RVR1995
y en un mes despedí a tres pastores, pues mi alma se impacientó contra ellos, y su alma también se hastió de mí.
RVA
E hice matar tres pastores en un mes, y mi alma se angustió por ellos, y también el alma de ellos me aborreció á mí.
SRV-BRG
E hice matar tres pastores en un mes, y mi alma se angustió por ellos, y también el alma de ellos me aborreció á mí.
TLA
Como los pastores no me querían, ni yo los quería a ellos, en un mes despedí a tres.
¿Por qué van mal muchas iglesias hoy día? Porque los miembros no quieren buenos pastores que los corrijan, que los disciplinen y que les enseñen la ética de Dios. Prefieren tener una religión más fácil, pastores mas suaves, líderes que estén de acuerdo con la manera de pensar del mundo. En otras palabras, prefieren lideres mundanos.
El buen pastor conoce la disciplina de Dios, pero los malos no quieren la disciplina de Dios. No quieren una vida de santidad. No quieren dejar las cosas del mundo que les gustan y no están decididos a abandonarlas. Por lo tanto, buscan pastores que compartan su modo de pensar, que los consientan y que no sean tan duros con ellos. Este es el castigo de Dios: “entregarlos a su propia voluntad”, para que vean por si mismos a donde los conduce el libertinaje, con la esperanza de que despierten por si mismos de ese caos, y empiecen a darle el valor y el respeto que se merece nuestro Dios.
Dios explica todo esto en forma de una parábola. En esta historia, Dios se pone a pastorear un rebaño destinado para el matadero. Tomó dos cayados; (bastón curvado en el extremo superior), a uno lo nombró Gracia, y a la otra Unión. En un mes sacó (mató) a tres pastores malos. Pero el rebaño le detestó y él dijo: Ya no seré vuestro pastor. Si se mueren, que se mueran. ¡Y las ovejas que quedan se comerán las unas a las otras! (v. 9). Entonces tomó el cayado llamado Gracia y lo rompió, revocando el pacto que había hecho con la nación. Los afligidos del rebaño que estaban mirando “sabían que el Señor hablaba por medio de sus acciones” (v. 11). Estos representan los verdaderos creyentes que temen a Dios y le desean. Sufren cuando la relación entre Dios y su pueblo va mal, y temen las consecuencias. Forman parte del rebaño oficial, pero su corazón es diferente. Ellos son el verdadero rebaño de Dios. Comprenden que Dios está a punto de abandonar a su pueblo, algo realmente terrible. Dios se dio de baja a sí mismo como su Pastor.
Romanos 1:23-25 Consecuencias de la corrupción del hombre
“Y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, (las imágenes de José, Jesús y María, la del tal niño divino y de todos sus santos inventados y muertos), de aves, de cuadrúpedos (el pesebre navideño) y de reptiles. Por consiguiente, Dios los entregó a la impureza en la lujuria de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos (pues ya no se respetan ni ellos mismos); porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira (de los diablos rojos de Roma), y adoraron y sirvieron a la criatura en lugar del Creador, quien es bendito por los siglos. Amén.”
Salmos 81:12
Por eso los entregué a la dureza de su corazón, para que anduvieran en sus propias intrigas.
Romanos 1:26
Por esta razón Dios los entregó a pasiones degradantes; porque sus mujeres cambiaron la función natural por la que es contra la naturaleza;
Romanos 1:28
Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen;
Efesios 2:3
entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Efesios 4:19
y ellos, habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas.
1 Tesalonicenses 4:4
que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor,
1 Corintios 3:1
Así que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo . En verdad, ni aun ahora podéis,
Romanos 7:14
Porque sabemos que la ley es espiritual, pero yo soy carnal, vendido a la esclavitud del pecado.
1 Corintios 2:6
Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; pero una sabiduría no de este siglo, ni de los gobernantes de este siglo, que van desapareciendo,
1 Corintios 2:14
Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente.
1 Corintios 2:15
En cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie.
1 Corintios 14:37
Si alguno piensa que es profeta o espiritual, reconozca que lo que os escribo es mandamiento del Señor.
Gálatas 6:1
Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restáuredlo con un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Efesios 4:14
para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error;
Hebreos 5:13
Porque todo el que toma sólo leche, no está acostumbrado a la palabra de justicia, porque [aún] es niño.
2 Tesalonicenses 2:13-16
Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.
2 Corintios 10:3-6
Pues aunque andamos en la carne, “no militamos según la carne”; porque las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.
2 Timoteo 1:9
quien nos ha salvado y nos ha llamado con un llamamiento santo, no según nuestras obras, sino según su propósito y según la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús desde la eternidad,
Santiago 2:12-13
Así hablad y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad, porque “juicio sin misericordia se hará con aquel que no haga misericordia”; y la misericordia triunfa sobre el juicio.
Juan 6:43-45 Respondió Jesús y les dijo: No murmuréis entre vosotros. Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final. Escrito está en los profetas: “Y TODOS SERÁN ENSEÑADOS POR DIOS”. Todo el que ha oído y aprendido del Padre, viene a mí.
Santiago 1:18-20
Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse, porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Hebreos 12:14
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
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¿En cuánto tiempo se puede leer la Biblia?
- Si lees un versículo cada día (empleando diez segundos diarios) la leerás en 85 años.
- Si lees un capítulo todos los domingos (empleando cuatro minutos a la semana) la leerás en 22 años.
- Si lees un capítulo todos los días (empleando cuatro minutos diarios) la leerás en 3 años y 3 meses.
- Si lee tres capítulos todos los días de la semana y cinco los domingos (empleando doce y veinte minutos diarios respectivamente) la leerás en un año.
- Si lee siete capítulos todos los días (empleando treinta minutos diarios) la leerá en seis meses.
Reglas para la lectura bíblica
- Lee la Biblia todos los días.
- Escoge un lugar limpio para leer la Biblia.
- Permite que Dios te purifique de todo pecado ANTES de leer la Biblia. Aplica 1 Juan 1:9 y confiesa al Señor todos tus pecados, antes de leer la bíblica. (La oración del pecador.)
- Lee la Biblia en oración. Antes de comenzar la lectura, pide a Dios que te ayude a entender su Palabra. Puedes orar así: «Abriré mis ojos y miraré las maravillas de tu ley».
- Lee con un lápiz o marcador transparente en la mano, siempre. Cuando te guste un versículo, toma el lápiz o marcador y subráyalo. Una Biblia bien señalada se te hará más querida y te ayudará a recordar pasajes importantes.
- Lee la Biblia cronológicamente al principio. No te saltes de un libro a otro al inicio. Lee en orden, comenzando con el Génesis, libro por libro, hasta llegar al Apocalipsis. Si deseas, puedes comenzar con el Nuevo Testamento. Aunque es mas recomendable conocer toda la Biblia de principio a fin.
- Aprende algunos versículos de memoria. Lo mejor de todo es aprender de memoria la Palabra de Dios. Trata de memorizar muchos versículos con su libro y capítulo respectivo.
¿COMO LEER LA BIBLIA?