El incremento de las falsas doctrinas, de las falsas iglesias, de los falsos pastores y maestros, de los curas que han logrado dominar el planeta y defienden a capa y espada sus propias doctrinas diabólicas y creencias fantasmagóricas, hace necesario que todo cristiano recuerde, que no importa su edad, credo, idioma o religión, siempre puede volver al camino de los justos y comer del único pan que si da vida eterna. Jesús.
Juan 6:63 ”las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.”
Hebreos 1:1 “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros tiempos nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó por heredero de todo, por el cual asimismo hizo los siglos;”
Juan 12:49 “Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre mismo que me ha enviado me ha dado mandamiento sobre lo que he de decir y lo que he de hablar.”
Lo anterior fue escrito primero por el apóstol Juan, testigo de Jesús y lo segundo por el apóstol Pablo el elegido por Jesús, después de resucitar, ambos nos alertan de algo que el mismo Dios Padre habló en Lucas 9:35
Lucas 9:35 “Y una voz salió de la nube, que decía: Este es mi Hijo, mi Escogido; a El oíd.“
En otras palabras, después de haber hablado Dios por medio de los profetas, en estos tiempos lo ha hecho por medio de su Hijo Jesús y nos pide "expresamente" que a él es a quien tenemos que oir.
Viene una pregunta a mi mente: ¿Qué hay entonces con las cartas de Pablo? ¿De Pedro? ¿De Juan? ¿De Lucas? ¿De Mateo? ¿Qué hay del apocalipsis? ¿Serán ellas también "Palabras de Dios"?, ¿Serán palabras de vida y de espíritu?
Si vamos a creer en Dios el Padre y en su Hijo Jesucristo, diríamos que las cartas de Pablo, Pedro, o cualquier otro apóstol, no son palabras de Dios, por lo tanto no contienen vida. De hecho, el mismo Pablo en sus escritos nos dice que "el fundamento del edificio vivo de Dios es Jesucristo".
1 Corintios 3:11 “Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo.“, y además el evangelio que es el poder de Dios, son "las palabras de Jesús solamente".
Colosenses 1:5 “a causa de la esperanza reservada para vosotros en los cielos, de la cual oísteis antes en la palabra de verdad, el evangelio”.
Y confirma diciendo:
Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego.”
Las cartas de los apóstoles entonces "no son parte del evangelio de Jesucristo", por lo que no son vida ni espíritu. Quizás podríamos llamarlos "consejos sabios", "testificaciones", "anunciaciones", pero debemos tener cuidado en no mezclar "la palabra de los hombres" con "la Palabra de Dios".
El asunto de la palabra de Dios no es cuestión de quién tiene la razón o quién está en lo cierto, el asunto es que las palabras saliendo de la boca de Dios son nuestro verdadero "alimento espiritual", y que esas palabras que son las mismas que ha hablado Jesucristo, contienen la vida y además son espíritu.
Los "nacidos de nuevo", han nacido "por la Palabra de Dios que permanece en ellos". Eso es nacer de nuevo.
1 Pedro 2:2 “desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación,
1 Pedro 1:23 “Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.”
Luego si es así, cuales son las palabras de Dios que debemos entender como "portadoras de vida y de espíritu que nos llevan a la salvación"? ¿Son acaso las palabras de los apóstoles?
Definitivamente, lo escrito por Pablo, que es la mayoría del Nuevo Testamento, no es sino una explicación clara terrenal o humana a las palabras que Dios ha hablado, pero esas explicaciones no contienen vida ni espíritu, por lo que no nos salvan sino que colaboran en nuestra comprensión y entendimiento. Ya lo advierte el mismo Pablo cuando dice:
1 Corintios 3:5-9 “¿Qué pues es Pablo? ¿Y qué es Apolos? Sino siervos por los cuales habéis creído; y cada uno conforme a lo que el Señor dio. Yo planté, Apolos regó; mas Dios ha dado el crecimiento. Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su salario conforme a su labor. Porque nosotros, colaboradores somos de Dios; y vosotros labranza de Dios sois, edificio de Dios sois.”
La "palabra de Dios", pues, "está contenida en las palabras de Jesús", porque "Jesús es la voz de Dios", ya lo hemos visto en Juan 1 1-5
Juan 1 1-5 “En el principio ya era la Palabra, y aquel que es la Palabra era con el Dios, y la Palabra era Dios. Este era en el principio con el Dios. Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron.“
Jesús mismo lo ha declarado cuando dice:
Juan 12:50 “Y sé que su mandamiento es vida eterna; por eso lo que hablo, lo hablo tal como el Padre me lo ha dicho.”
Debido a esa "fidelidad de Jesús en su hablar", es que Dios nos haya encomendado que sea a su Hijo al que escuchemos, y no a nadie mas;
Lucas 9:28-35 “Y aconteció como ocho días después de estas palabras que tomó a Pedro y a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran 'Moisés y Elías'; que aparecieron en majestad, y hablaban de su salida, la cual había de cumplir en Jerusalén. Y Pedro y los que estaban con él, estaban cargados de sueño; y cuando despertaron, vieron su majestad, y a aquellos dos varones que estaban con él. Y aconteció, que apartándose ellos de él, Pedro dice a Jesús: Maestro, bien es que nos quedemos aquí y hagamos tres tabernáculos: uno para ti, y uno para Moisés, y uno para Elías; no sabiendo lo que decía. Y estando él hablando esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor entrando ellos en la nube. Y vino una voz de la nube, que decía: 'Este es mi Hijo amado; a El oíd'.”
Habrán notado ustedes que se encontraban al lado de Jesús, 'Moisés y Elías', y ya sabemos que Moisés nos trajo la ley, y que Elías es el espíritu del precursor de Cristo (Juán el Bautista).
Juan 1:17 “Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo.”
Romanos 6:14 “Porque el pecado 'no tendrá dominio sobre vosotros', pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia.”
Mateo 11: 12-15 “Y desde los días de Juan el Bautista (Elías), hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza. Porque todos los profetas y la ley, profetizaron hasta Juan. Y si queréis aceptarlo, él es Elías, el que había de venir. El que tiene oídos, que oiga.”
Las palabras del evangelio que son las palabras de la boca de Jesús, mismas de la boca de Dios, son las únicas que contienen vida y salvación. Nadie tiene palabras de vida, Pedro lo reconoce cuando dice:
Juan 6:68 “Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.” Jesús confirma diciendo: Juan 6:63 “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.”
Hechos 13:26 “Hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a nosotros nos es enviada 'la palabra de esta salvación'.”
Juan 6
50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
52 Entonces los judíos entendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
La práctica general en las iglesias locales es que cuando se lee una porción de la Biblia, el pastor o la gente que lee esos párrafos le agrega la colita: "Palabra de Dios", sin discernir si eso lo dijo o no nuestro Padre celestial o su voz autorizada para los hombres, su hijo Jesucristo.
La palabra de Dios es lo que Dios ha hablado sea por medio de un profeta, o sea por medio de su Hijo Jesucristo, ya vimos antes que son las únicas dos formas de exponer la palabra de Dios, y aún con los profetas, no todos los profetas hablaron en el nombre de Dios, hay versos en la Biblia que declaran la existencia de falsos profetas, y aún el mismo Jesús nos alerta de que vendrán falsos profetas que dirán que han hablado con Dios, y muchos que dicen que hablan con Dios. Dios, aparte de los profetas en el Antiguo Testamento, solo ha hablado por medio de su Hijo Jesucristo, lo repetimos para más énfasis:
Hebreos 1 “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros tiempos nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó por heredero de todo, por el cual asimismo hizo los siglos;”
Observen en esta declaración que ellos mismos, los Apóstoles no admiten siquiera haber hablado con Dios, o sea que, aparte de Jesucristo, no hay nadie que haya hablado palabras de Dios.
Mateo 24:11 “Y se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán.”
Espero que usted no sea uno de esos engañados, y menos uno de esos engañadores que andan por todo el mundo diciendo que mantienen un diálogo secreto con Dios Padre.
Mateo 24:24 “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aún a los escogidos.”
Queda establecido entonces que todos los engañadores que dicen hablar con Dios, son en realidad "hijos del diablo" que intentan mal dirigir aún a los verdaderos escogidos del Padre.
Les invito a leer su Biblia y poner mucho cuidado en esta verdad y ver claramente cuando es que Jesús está hablando, y cuando es que el escritor es el que está hablando. Solo las palabras de Dios son nuestro verdadero alimento espiritual y lo que sí debemos comer diariamente, como le decimos en la oración que él mismo nos enseñó:
Padre Nuestro que estas en los cielos, Santificado sea tu nombre, Danos hoy nuestro pan de cada día. Porque "el pan es Jesucristo", ese es el Pan que nos da vida eterna, no se refiere al pan frances, ni a los alimentos que dan vida al cuerpo, sino al pan que nos da la vida eterna. Refresque ahora su memoria recordando las siguientes palabras del mismo Jesus:
Juan 6:51 “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne.”
La palabra carne aquí es el alimento sólido del cual Pablo habla en 1 Corintios 3:2
1 Corintios 3:2 “Os di a beber leche, no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo. En verdad, ni aún ahora podéis,“
Entendiendo que la leche es la doctrina básica que es de fácil asimilación, pero el alimento sólido es la carne de Jesucristo, y esa es la palabra fuerte y profunda que solo los hijos del reino la pueden entender. Quienes no lo entiendan no podrán comer de ella, y en consecuencia, no serán salvos. En esos mismos términos es que Jesús habla cuando explica las parábolas, que es una forma de hablar para que solo los hijos del reino la puedan entender.
Mateo 13:13 “Por eso les hablo en parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.”
Las palabras de Dios son el alimento para nuestro espíritu,
Mateo 4:4 “Pero El respondiendo, dijo: Escrito está: “NO SOLO DE PAN VIVIRA EL HOMBRE, SINO DE TODA PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DE DIOS.”
Si ha salido de la boca de Dios entonces son palabras de vida, si no ha salido de Dios entonces es un pan cualquiera, "es levadura", y a ese acto de comer toda palabra que sale de la boca de Dios se le llama "comer pan sin levadura".
Mateo 16:12 “Entonces entendieron que no les había dicho que se guardaran de la levadura de los panes, sino de la enseñanza de los fariseos y saduceos.”
¿Cuál es la explicación de que solamente las palabras de Dios debemos comer?
El espíritu necesita crecer, y la razón para crecer es que necesitamos ser adultos espiritualmente para discernir entre lo que es bueno y lo que es malo.
Antes no lo podíamos hacer, y para ello necesitamos comida espiritual sólida.
Efesios 4:13 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;”
Hebreos 5:14 “Pero el alimento sólido es para los adultos, los cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal.”
Antes de ser adultos en el Espíritu, sufriremos por las diversas corrientes de las doctrinas en el mundo. Esto le ocurre a todo creyente, sea principiante o avanzado, sea un creyente recien nacido o un pastor o maestro.
Hebreos 5:12 “Pues aunque ya debierais ser [verdaderos] maestros, otra vez tenéis necesidad de que alguien os enseñe los principios elementales de los oráculos de Dios, y habéis llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido.”
Gálatas 4:3 “Así también nosotros, mientras éramos niños, estábamos sujetos a servidumbre bajo las cosas elementales del mundo.”
Hebreos 5:11 “Acerca de esto tenemos mucho que decir, y es difícil de explicar, puesto que os habéis hecho tardos para oír.”
Hebreos 6:1 “Por tanto, dejando las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos [todos] hacia la madurez [espiritual], no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de [las] obras muertas y de la fe hacia Dios,”
1 Pedro 2:2 “desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación,”
No os dejéis engañar por las artimañas de Satanás, solamente Jesucristo tiene el poder de la resurrección y de la vida, camina siempre en su dirección y solo en su dirección, esquivando día a día "a toda costa" las palabras de hombres, los sermones de falsos profetas, pastores y maestros que por ahora, dada la larguísima etapa de la apostasía en la que vivimos, la mayoría de pastores y maestros son solo lobos rapaces hijos del demonio que trabajan única y exclusivamente para su padre que es Satanás.
Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.”
Juan 11:25 “Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá,”
Juan 7:37. Si alguno tiene sed, venga a mi y beba.
Juan 4:14. Más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo
le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
Mucho cuidado en creer en curas, pastores, ministros, monjas o vírgenes. Ceed solo en el Señor Jesús, como dicen las Escrituras, solo así seréis salvos, ustedes y sus familias.
Lecturas recomendadas:
DEJAD QUE LOS MUERTOS LLOREN A SUS MUERTOS
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LA IGLESIA CATÓLICA NO ES LA IGLESIA DE JESUCRISTO
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¿DEBEMOS CREER A LOS CURAS O AL GOBIERNO?
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