“Toda planta que no plantó mi Padre Celestial, será desarraigada” (Mat. 15:13).
“Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por Mí se puede llegar al Padre.”(Juan 14:6)
- UN SOLO DIOS Y PADRE DE TODOS NOSOTROS – EFESIOS 4:5-7
- UN SOLO SEÑOR – EFESIOS 4:5-7
- UN SOLO BAUTISMO – EFESIOS 4:5-7
- UNA SOLA DOCTRINA – 2:JUAN 1:10
- UNA SOLA FE – EFESIOS 4:5-7
- UNA SOLA IGLESIA – MATEO 16:18
- UNA SOLA PUERTA – JUAN 10:1-9
- UN SOLO CUERPO – EFESIOS 4:4-5
- UN SOLO NOMBRE – HECHOS 4:12
- UN SOLO MEDIADOR – 1 TIM. 2:5
- UN SOLO SACRIFICIO – HEB 10:12-14
- UN SOLO CAMINO – JUAN 14:6
¿Como es que con toda esta precisión de unidad haya tantas iglesias y tantas creencias?
La verdadera iglesia del Señor no es una “denominación humana” ya que su origen y fundamento son divinos. Las marcas de identidad y características doctrinales son claramente asentadas en el Nuevo Testamento que puede identificarse inmediatamente de entre las multitudes de sectas y grupos que dependen de las doctrinas y mandamientos de hombres para su existencia.
En todas las iglesias, (no importa cual fuera ella), encontraremos sin lugar a dudas una mescolanza inusual de doctrinas, unas son verdaderas y bien fundamentadas, y otras en cambio son “inventadas por hombres”; personas que, aún con la buena intención de enseñar el Evangelio de la Verdad a otros, lo hacen sin haber recibido una verdadera educación formal sobre este respecto, y tampoco han efectuado investigaciones profundas sobre los Evangelios.
Hoy en día vemos destacamentos enormes de falsas imitaciones del verdadero Pastor enseñando los evangelios completametne alterados y cambiados al criterio de sus mas bastas cualidades intelectuales. Y estan en todas partes del mundo; son como los curanderos mediocres comparados a los verdaderos médicos cirujanos que se graduaron en una verdadera universidad de medicina. Otra comparación seria entre un albañil y un ingeniero. El albañil puede ser un experto en levantar paredes, pero el ingeniero sabe que cimientos van a soportarlo todo el edificio. El “conocimiento literal de la doctrina” parece ser lo menos importante a esta nueva generación de falsos pastores y maestros.
La mayoría de los pastores modernos desconocen los fundamentos básicos de la pedagogía que uso Cristo, del método de instrucción recomendado, de la secuencia eficaz de la enseñanza, del orden esencial de las instrucciones que el gran Maestro las menciona repetidas veces en su vida, enseñanzas que fueron mencionadas como algo “esencial y fundamental” en el camino del conocimiento ofrecido por Jesús; pero todo ésto es algo “completamente pasado por alto” por esta nueva generación de víboras.
Mateo 12:34 “!Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.“
Jesús no se refería solamente a que eran malos por ser malvados, sino que la ignorancia en si misma acumula por si sola muchos pecados; y así es, la persona ignorante no solo no puede ser útil a sí mismo, peor aún puede servir a otras personas. De hecho Jesús sugiere que esas personas no sirven para nada. no son buenas para nada. Son malas.
Cuando algo no sirve decimos que es malo, o está malo. Cuando una persona no trae conocimientos de nada, no sirve para nada, es mala como persona, es un mal instructor. es malo como estudiante, es malo en todo lo que intenta.
La abundacia de la bondad en las personas, no es suficiente, hay que amar a Dios con todas las fuerzas, y haciendo uso de todas las capacidades de aprendizaje que Dios Todopoderoso doto a toda persona. Pues la bondad o el cariño es una actitud que hasta un animal la puede expresar, y aquel no tiene mucho conocimiento; un perro, un diablo, un hereje, cualquier persona puede ser cariñoso e incluso bueno con los demás, en términos humanos. Recordemos que un perro o un demonio puede ser muy bondadosos y muy amorosos, y apenas es un perro, o penas es un diablo. Aquí Jesús se refiere a “la abundancia del conocimiento” que puede acumular una persona específica respecto a la Ley que nos da “La Vida”, y se refiere a “La Vida Eterna”.
Pero además de eso, debemos también aprender y practicar “el amor al prójimo”. No un amor como a nosotros nos parece, sino un amor como él mismo nos ha enseñado. Para aprender a amar como él nos amó, tenemos que aprender primeramente qué es y que significa el amor. No sin razón el primerísimo de todos los mandamientos dice:
Mateo 22:37-39
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
y con toda tu alma, y con toda tu mente. [y luego enfatizó]
Este es el primero y [más] grande mandamiento.
Y el segundo [mandamiento] es semejante [igual de importante al primero]: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Un corazón vago e ignorante está vacío, solo puede hablar estupideces, inventos, mentiras, maldad e ignorancia. Entonces, eso es ser malo. Eso nos condena, no nos salva. Por eso tenemos que llenarnos de esos conocimientos en forma abundante; de todo lo que nos enseña nuestro verdadero Pastor y Maestro que es el Señor “Jesús, el Cristo”. No de aquello que nos enseñan los mal llamados “pastores” y “maestros”. Solo de esta manera nuestra boca estará siempre llena y repleta de esos ríos de agua viva que menciona el Señor Jesús. Eso es lo que en verdad nos proporciona la vida eterna, ese conocimiento que proviene del Padre, que nos enseña su Hijo, y que en verdad nos sirve a todos nosotros y también a quienes amamos, y que además, es bueno. Así lo ratifica el mismo Señor Jesús cuando dice:
Juan 14:6
“Yo soy el camino, la verdad y la vida. (Porque de la abundancia del conocimiento y amor al prójimo guardado en su corazón habla su boca.) Solamente por Mí se puede llegar al Padre.”
Los dos ingredientes son esenciales: “El conocimiento y amor a Dios, y el amor al prójimo”.
Luego, Jesús vuelve a ratificar su mensaje en:
Juan 7:37-39 Sobre los ríos de agua viva
37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
Se refiere a beber de la fuente del conocimiento de la verdad que nos ofrece Jesús a través su boca. Por que de lo que hay en su corazón, que es: mucho amor y conocimiento del Padre, y el amor al prójimo, de eso habla su boca. Eso es verdaderamente lo bueno. No se refiere a adular con palabras dulces ni hipócritas a la gente, ni a decirles palabras que los mantenga en la ignorancia, sino a despertarlos tan duramente como sea necesario, para la reflexión y para prepararlos para la vida eterna.
38 El que cree en mí, como dice la Escritura, “de su interior correrán ríos de agua viva“.
El énfasis de éste versículo es que no podemos torcer ni hacer cambios a las Escrituras. Tenemos que aceptarlas tal y como están. El pasar del tiempo y el haber adquirido nuevas costumbres no es una justificación para alterar la palabra que nos trae vida.
39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Aquí se explica que, la salvación vino del sacrificio de su vida, porque EL ES EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO. Sin éste sacrificio, el pacto de la gracia no hubiera dado inicio, y el Espíritu Santo, el Consolador de todos sus fieles, no nos hubiese sido galardonado.
El Padre JEHOVá también nos previno sobre estos mismos dos ingredientes que son fundamentales para alcanzar la vida eterna:
Oseas 6:6
Misericordia quiero y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.
Imagine usted a dos personas que quieren construir cada uno su propia casa. Uno la quiere construir al ojo, sin cálculos ni medidas, sin guías y sin instrucciones de ninguna clase, y el otro se prepara, contrata un arquitecto que le proporciona 7 planos especiales para la construcción, luego contrata un ingeniero que se guía por esos planos proporcionados por el arquitecto, y así calcula y compra los materiales adecuados para darle la fortaleza y la belleza mas conveniente a su casa. Luego viene una tempestad, la casa del primero desaparece por completo, y la casa del segundo prevalece. Ese es el poder del conocimiento. Dios Padre quiere que nos preparemos intelectualmente y espiritualmente para una entrada triunfal en su reino.
En la mayoría de los casos, quienes enseñan el evangelio no tienen la suficiente instrucción, y tampoco han recibido el poder del “Espíritu Santo” que es un requisito indispensable y que proviene del Padre y del Hijo, el cual les autoriza para llevar el Evangelio a todas las naciones.
Los apóstoles ya nos previnieron a tiempo de que viviríamos la época de la Apostasía, la época de la Iglesia sin Santos. A diferencia de los evangelistas del Plan de Dios, los de ahora son líderes que ya no son elegidos por Dios Padre ni por el Hijo Jesucristo sino que son auto elegidos por ellos mismos o elegidos por concilios de hombres que, en la mayoría de los casos, están completamente alejados del Plan de Dios. Como sucede ahora con la Iglesia de los Católicos Romanos. Santos elegidos como tales por concilios de hombres. (Ejemplo: el llamado Santo Padre)
Predicar los Evangelios es quizás la manera más escogida por muchos creyentes con la intención de servir a Dios, sin ser solicitados; pero, predicar sin recibir la autoridad del cielo, (el Espíritu Santo), sus enseñanzas están vacías, mezcladas con la mentira, mezcladas con la imaginación humana, produciendo una especie de “evangelio maquillado” para agradar sutilmente a los hombres.
La palabrería inútil, es lo que mas se cosecha en estos días. El objetivo final, …. sacarles su platita y enviar a todos al mismo infierno. Aprovecharse de su dinerito, de sus bienes y de sus propiedades. Despojarles de todo cuanto se pueda y como se pueda.
NO OS ENGAÑÉIS A VOSOTROS MISMOS,
Y NO ENGAÑÉIS A OTROS TAMPOCO.
La verdadera Iglesia de Jesucristo es totalmente diferente a lo que hemos visto y conocido en estos tiempos.
Hechos 2:44-47
“Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.“
EL CAOS CRISTIANO YA ESTUVO PREVISTO EN LA BIBLIA
Después de los tiempos de la iglesia primitiva de Cristo, como se detalla en el Nuevo Testamento, hombres posiblemente bien intencionados se tomaron libertades que no debieron con el Plan de Dios, y la iglesia cayó en la apostasía, (Iglesia sin Santos. Ej: En el año 606 d.C. los romanos, cuyo Dios era el Cesar, se apoderaron de la Iglesia de Cristo, y con sus “falsos pastores y ministros” fundaron la Iglesia Católica Apostólica y Romana, y la propagaron por todo el mundo. Mintiendo a la humanidad que esa era la Iglesia de Cristo).
PREGUNTAS BASADAS EN “Hechos 2:44-47”:
- ¿Podría cada uno de ustedes señalar las diferencias entre la iglesia primitiva de Jesucristo y las iglesias actuales, basándose en la descripción bíblica de la primera Iglesia de Jesucristo?
- ¿Basándose en la descripción bíblica de la Iglesia de Cristo, considera usted que esta asistiendo a esta iglesia, o a alguna otra que no se sujeta a la disciplina de la Iglesia primitiva de Jesucristo?
- ¿Si Jesús es la verdad, es el camino, y es la vida eterna, no deberíamos seguir su camino y no el camino de humanos que inventan cada cosa a su manera?
Determine por usted mismo, cual fue y es la verdadera iglesia fundada por Jesucristo, esa es la única iglesia que si puede salvar su alma.
Pero, ¿Cuál iglesia entre tantas? ¿De donde vinieron tantas iglesias?
Cada cual tiene una respuesta diferente. Pero, no escuchemos las respuestas de hombres, porque esas no valen nada. Busquemos en la biblia la respuesta correcta.
BUSCANDO LA IGLESIA VERDADERA
José, hombre maduro, serio y responsable, casado y padre de familia, cree en un ser supremo, Creador de los cielos y de la tierra. Ninguno lo tildaría de “ateo” o “escéptico”, pues cree real y sinceramente en Dios. No obstante, los domingos, en vez de asistir a la reunión de alguna iglesia, casi siempre se queda en su hogar. Está confundido. no sabe mucha Biblia aunque la lee de cuando en cuando. Marta, esposa de José, se encuentra más o menos en el mismo dilema espiritual.
En el pueblo donde vive este matrimonio hay ocho iglesias, todas diferentes en doctrina y práctica. José y Marta no entienden bien por qué difieren unas de otras y no conocen la historia de ellas. A veces, sienten profundas inquietudes espirituales, y desearían ir a una iglesia. Además, miran con preocupación a sus hijos reconociendo que éstos se están criando sin la debida orientación moral y ética. Pero, ¿a cual iglesia irían? ¿A cual llevarían a sus hijos? ¿Cual de ellas es la verdadera?
Muchos le dicen a José y a Marta que no importa a cúal iglesia vayan, que puede uno salvarse en cualquier iglesia. Sin embargo, el sentido común les dice que, si hay una sola Biblia inspirada por un solo Dios, debe haber en dicho libro un solo mensaje consecuente, y una sola iglesia íntegra y pura, no la profusión escandalosa y vergonzosa de sectas y credos que existe en su comunidad.
Obviamente tienen razón. En su mensaje al hombre, Dios, siendo perfecto, no podría contradecirse a sí mismo, ni habría establecido iglesias que se contradijeran unas con otras. De cierto, el problema de José y Marta no es meramente teórico. Pues si existen muchas iglesias que difieren y se contradicen unas con otras. ¿Qué harán entonces?
En realidad, sólo tienen dos alternativas, a saber:
- Escoger una entre ellas, o
- No hacerse miembros de ninguna.
¡Qué dilema! Hay demasiados caminos. Demasiada confusión. ¡Estudiar y comparar minuciosamente todas las doctrinas e interpretaciones de las muchas iglesias les tomaría toda una vida! Y por otro lado, quedándose en su casa se expondrían a innumerables peligros morales y espirituales.
Tal vez, el problema de escoger una iglesia o de encontrar entre tantas a la verdadera, no sea tan difícil como a primera vista perezca. De hecho, José y Marta la pueden encontrar sin necesidad de aprender toda la Biblia ni examinar detalladamente las doctrinas de todas las sectas en el mundo.
Si leen y aprenden unos pocos textos claves de las escrituras, podrían usarlos para cotejar o comparar las doctrinas principales de cada secta. Haciéndolo, pronto descubrirán cuál de la iglesia que tiene más de la verdad, y cuales predican y practican las mentiras.
Usted, estimado lector, puede hacer lo mismo. Tome su Biblia y visite varias de las iglesias más conocidas. No tenga temor de ponerlas a prueba. Esas iglesias existen no por por la voluntad de Dios ni la suya, sino por la voluntad de otras personas quienes las establecieron tomándose el nombre de Dios en vano, y usted estará en pleno derecho del examinarlas, investigarlas y estudiarlas.
Es más, su deber ante Dios es “estudiarlas imparcialmente”, dejando que la Biblia sea: “su único criterio” y “su guía de razonamiento”. Sinceramente, se trata de una cuestión de vida o muerte, esta en juego su vida eterna, o posible castigo eterno, pues está en juego el destino de su alma.
Al iniciar esta indagación personal, acuérdese de que “en todas las iglesias encontrará cosas buenas y bíblicas”. Sin embargo, al quedarse descubierto a la luz algún fallo fundamental, (la polilla en la madera), usted sabrá que esa iglesia, que tenga esas fallas fundamentales, no podrá ser la verdadera Iglesia de Cristo.
Entonces, siga adelante buscando entre todas las iglesias que encuentre. No habrá por qué pasar más tiempo escudriñando con detenimiento todas las enseñanzas y prácticas de una iglesia equivocada. en algún punto esencial del evangelio encontrará una respuesta definitiva.
¿Listo? ¿Ya tiene la Biblia en sus manos? Comencemos con la más grande de todas las iglesias, la Iglesia Católica Romana. No hay nada malo en nombrar abiertamente esta y otras iglesias. Hay quienes le dirán que no se debiera hacer eso, y que no debiéramos comparar una iglesia con otra.
Realmente, no conviene ser sensible en extremo cuando de nombrar y analizar las iglesias se trata, pues ¿cómo entonces encontraríamos la más bíblica si no lo hiciéramos? De todos modos, no lo hacemos con espíritu de burla ni con el deseos de criticarlas, sino con el propósito sano de encontrar a la “verdadera Iglesia” que Cristo edificó para nosotros. Así que, procedamos. Busquemos y encontremos esa Iglesia.
LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA
La iglesia católica tiene muchísimas cosas que verdaderamente nos impresionan, prestigio mundial, riquezas, poder político y económico, tradiciones antiguas, fiestas, catedrales y capillas, ornatas y mucha membresía. Dicen que es la única iglesia verdadera. Que las demás, todas son setas del diablo. No obstante, al visitarla y estudiarla, pronto vemos y oímos cosas que ponen en tela de juicio su autenticidad.
La Biblia que llevaremos siempre con nosotros en estas visitas a las distintas iglesias es la misma biblia para católicos y protestantes, y dice así: “Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén” (1 Juan 5:21). “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en él cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás” (Éxodo 20:4-5).
Ahora bien, a la luz de tales pasajes, ¿qué significan las imágenes de Cristo, María, los Apóstoles y otros personajes de tiempos antiguos que vemos en las catedrales y las capillas de la iglesia Católica, y en los hogares de los miembros? Interrogamos a los sacerdotes. Nos dicen que “todo está bien, que no se viola la ley bíblica que prohíbe imágenes, que tenerlas es como tener fotografías de nuestros seres queridos, que no se adoran, que sólo se veneran”.
¿Estará todo bien? O, ¿se está diciendo “bueno a lo malo” (Isaías 5:20)? ¿No fue esa la manera en que Satanás convenció a Eva? ¿Nos arrodillamos delante de las fotografías de nuestros seres queridos?, ¿les dirigimos oraciones a las fotografías de nuestros seres queridos? ¿Los veneramos? ¿tienen nuestros seres queridos ya difuntos, poder alguno para responder a nuestras peticiones?
Si las imágenes no tienen utilidad alguna sino la de ayudarle al creyente a pensar en Dios, Cristo, María, los santos, etc., entonces ¿por qué se les atribuye poderes? ¿será la iglesia Católica culpable de practicar una forma de idolatría?
Es duro pensarlo, pero la evidencia palpable indica que sí, pese a las explicaciones usualmente sin sentido ni veracidad de los sacerdotes católicos. Lo cierto es que no solo se están engañando a si mismos, sino que están engañando al mundo.
Nuestra Biblia dice: “No llaméis padre vuestro a nadie en la tierra” (Mateo 23:9), y se prohíbe el uso de títulos (Mateo 23:1-12) como “pastor” o “maestro“. Dada la claridad de esta amonestación que pronunció Cristo mismo, ¿cómo se justifica la practica de decirles “padre” a los sacerdotes, “Su Excelentísimo el Reverendo” a los arzobispos, y “Sumo Pontífice” al papa?
Se habla de “el Padre”, dándose a entender que el término se usa, no en sentido figurado espiritual, sino como título. Nos preguntamos: ¿Cuándo dijeran jamás los miembros de la iglesia primitiva, apostólica, “Padre Pedro” al apóstol Pedro? O, ¿”Padre Pablo” al apóstol Pablo? No lo hacían.
¡Dos errores mayúsculos! Ya nos sentimos preocupados. En seguida, encontramos otros, pues escuchamos que los feligreses católicos, siguiendo tradiciones antiguas enseñadas por los “padres”, rezan, en el nombre de María y los santos, el “santo rosario”, repitiendo una y otra vez las mismas palabras. El Espíritu Santo dice: “Hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5). “Un solo mediador”. María no, ni los santos, sino Cristo. Ese mismo mediador “condena las vanas repeticiones” en las oraciones (Mateo 6:7).
El que es único mediador dijo: “No hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado“, o “cueva de ladrones” (Juan 2:16). Dijo también: “Mi reino no es de este mundo” (Juan 18:36). Observando cómo proceden los líderes católicos, nos preguntamos si habrán comprendido la naturaleza espiritual del “reino” de Cristo, pues, con ellos, todo parece funcionar a base a “negocios con las almas” que tienen a su cuidado. Pues celebran bingos, fiestas y verbenas. Cobran por misas, bautismos, bodas y las extremaunciones. Venden crucifijos, estatuas y velas. Es extraño . Sumamente extraño y desconcertante.
En la Biblia, cuando de fondos para las obras de la iglesia se trata, lo único que autorizan los apóstoles es “la ofrenda voluntaria” dada el primer día de la semana (1 Corintios 16:1-2).
¿Se siente alarmado? No sin razón. ¡Qué falta hace la enseñanza de una doctrina más pura en la iglesia Católica Romana! Ahora bien, se habla de un movimiento dentro de la iglesia Católica que se llama “Renovación carismática“.
¿Habrán encontrado, los que integran dicho movimiento, a la iglesia verdadera? ¿Los visitamos? Pues, ¡vamos!
LOS CATÓLICOS CARISMÁTICOS
Preguntamos a los carismáticos: “¿Qué tienen ustedes que no tengan los demás católicos”? Nos contestan que tienen “los dones del Espíritu Santo“, y que el Espíritu Santo está usándolos para renovar a la iglesia Católica.
Pensamos: ¿No implica su doctrina y su movimiento que anden mal los demás católicos, inclusive los obispos, cardenales, y el papa mismo, quienes contrarios a los carismáticos, no tienen los dones ni alaban a Dios al estilo único de los carismáticos?
Observando que los carismáticos hacen uso de las mismas imágenes, veneran a los mismos santos y rezan el mismo rosario, nos preguntamos: ¿Cómo puede el mismo Espíritu Santo, manifestándose entre ellos, -como ellos mismos lo alegan-, denunciar en otras iglesias tales prácticas para luego aprobarlas solo entre los carismáticos?
Lo cierto es que El no se contradice. ¿Será entonces que los carismáticos se habrán dejado influenciar por los pentecostales y viven de sus propios mentiras?
En muchos lugares del mundo el pentecostalismo está arrebatándole muchos miembros a la iglesia Católica. ¿Sera el movimiento carismático la respuesta católica a esa amenaza peligrosa? Después de todo, ¿por qué dejar a la iglesia Católica si en el seno de ella se puede tener lo más impresionante y atrayente del pentecostalismo, lenguas extáticas, el culto emotivo y excitante, la música de panderetas, los saltos y trampolines, las guitarras, los coritos, las oraciones en voz alta, el desahogo de testimonios, y el énfasis en sanidades? ¿”Renovación”? O, ¿pentecostalización?
¿Cómo puede el creyente asumir dos identidades espirituales que por naturaleza son contradictorias? ¡O católico, o pentecostal! Pero, “católico pentecostal”, … ¿De donde aca? No.
Tal vez encontremos un movimiento, una iglesia más consecuente, más autentica.
LOS TESTIGOS DE JEHOVA
Fundadores: Charles Taze Russell y Joseph R. Rutherford. Cuándo se estableció: 1884. Sede principal: Brooklyn, New York, U.S.A. Publicaciones mas conocidas: “La atalaya” y “Despertad”.
No hay que ir donde los autodenominados “Testigos de Jehová”: ¡Ellos vienen donde uno! Bien organizados para la obra evangelística, se presentan como el único pueblo de Dios bendecido y autorizado para lo que ellos llaman la obra de Dios. Los escucharemos un poco.
Dicen que Cristo vino en 1918. Buscamos en la Biblia pasajes sobre la segunda venida y encontramos: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron” (Apocalipsis 1:7). “Todo ojo le verá”. Pensamos: No, parece que no todos lo vieron en 1918. Que sepamos, ¡ninguno lo vio! ¿Donde están “todos los ojos” que lo vieron?
Enseñan que solo 144,000 habitarán las mansiones celestiales, ellos, y que los demás salvos habitarán la tierra. Pero nuestra Biblia dice que, “para todos los salvos hay una misma esperanza” (Efesios 4:4), y que hay, no dos, sino “un redil” (Juan 10:16). Además, leyendo Apocalipsis 7:9 observamos que tanto la gran multitud (los gentiles salvos) como los 144,000 (los judíos salvos) se encuentran, no en esta tierra, sino “delante del trono y en la presencia del cordero“, o sea, en el cielo.
Referente al alma, nos dicen que se trata de la vida del cuerpo físico. pero, recordamos que Cristo también habló del alma, diciendo: “No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar” (Mateo 10:28), y razonamos que, según Cristo, el alma sobrevive la muerte del cuerpo. Por lo tanto, es más que meramente la vida del cuerpo.
Dialogando con los testigos y leyendo sus publicaciones nos damos cuenta de que les fascinan las profecías. Bueno, pero quizás ya no tanto, pues predijeron el comienzo del milenio para el otoño de 1975. Pasó el año, y ¡nada! A causa del fallo, muchos Testigos “abandonaron la organización” y ¡unos pocos hasta la demandaron en las cortes!
Profecías caídas a tierra, doctrinas extrañas sobre “hijos espirituales” e “hijos terrenales”, sobre esperanzas distintas, el alma, el infierno, la segunda venida, etc. ¿Haríamos bien uniéndonos al “reino” de los Testigos? Debe haber algo mejor, más biblico, ¿no cree?
LA IGLESIA BAUTISTA
Establecida: 1609. Fundador: John Smythe. Ha llegado a ser una de las iglesias más grandes y de más prestigio en el mundo.
Predican la “salvación por medio de la fe sóla”, doctrina que propagó Martin Lutero. Santiago 2:26 dice que “la fe sin obras está muerta“. Pues, deducimos que no basta hacer “profesión de fe” para ser salvo. Sabemos que es preciso hacer algo más, a saber: “obedecer aquella forma de doctrina” que Dios nos ha dado (Romanos 6:17).
Pese a su nombre “Bautista”, enseña que el bautismo “no es esencial para salvación”. Dice la Biblia:
“Arrepentios y bautícese cada uno de vosotros… para el perdón de pecados” (Hechos 2:38). “El bautismo ahora nos salva (1 pedro 3:21).
Dicen que el cristiano verdadero no puede caer de la gracia, o sea, que no puede perder la salvación. El Espíritu Santo por los contrario enseña: “De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído” (Galatas 5:4).
Sobra decir que no puede uno desligarse de Cristo sin haber estado en El. Desligados, cayeron, perdiendo la salvación. Apocalipsis 2:1-10; Hebreos 6:1-6 y 2 Pedro 2:20-22 también enseñan que el cristiano sí puede perder la salvación.
El numero de miembros que tenga una iglesia, y el prestigio que goce, no son los factores determinantes en la búsqueda nuestra de la iglesia aceptable, sino más bien, es la pureza del mensaje y la práctica sana de ese mensaje lo que en verdad buscamos. Fallando la Bautista en tres puntos fundamentales, proseguiremos buscando.
LA IGLESIA ADVENTISTA
Fundadora : Elena White. Cuándo se estableció: 1844-1849. Credo: Los escritos de la Sra. White y de la Biblia, mayormente el Antiguo Testamento.
Elena White se tiene como profetisa y sus escritos se aceptan como inspirados. A estos se les atribuye la misma autoridad que tienen los de Pablo. En cuanto a esta iglesia ya nos sentimos intranquilos, pues bien sabemos que a la Biblia no se le puede añadir. El don de profecía cesó cuando fue dada toda la verdad y toda la verdad nos ha sido dada en el Nuevo Testamento (1 corintios 13:8-13; Efesios 4:7-16; Judas 3). Por lo tanto, no comprendemos cómo la Sra. Elena White pudiera ser recibida como profetisa.
Aumentan nuestras preocupaciones cuando los Adventistas nos predican la necesidad imprescindible, según ellos, de guardar los sábados, quizás en esto están correctos, (Galatas 5:18), pero añaden que hay que abstenerse de ciertos alimentos y dar el diezmo. Ahora entendemos que se sujetan al Antiguo Testamento. Pero, leyendo el Nuevo Testamento, aprendemos que el Antiguo fue anulado, quitado de en medio y clavado en la cruz y que nadie tiene derecho de imponer la ley del sábado a quienes están en Cristo (Colosenses 2:14-16), que los alimentos Dios los ha Limpiado todos (1 Timoteo 4:1-5; Marcos 7:19) y que la ley del diezmo no está en vigor, ya que el Antiguo Testamento ha sido abrogado (Hebreos 7:12; 8:6-13). Aun han sido cambiados los diez mandamientos y ahora rige el “ministerio del Espíritu” (2 corintios 3:6-17).
Unir a un santo a los Adventistas sería sojuzgarnos al yugo de esclavitud del Antiguo Testamento (Gálatas 4:21-31; 5:1-13). Mas buscamos la libertad que ofrece Cristo. Las obras de los Adventistas son muchas y grandes. ¡Qué pena que Dios no las aceptara por ser hechas conforme a una ley, la Antigua, que El mismo anuló! Muchos Adventistas, reconociendo dicho peligro, ahora predican la gracia, y ha suscitado en el seno de la iglesia un conflicto no pequeño sobre estos dos temas grandes: la ley antigua, y la gracia. ¿Dónde la encontraremos?
LA IGLESIA DE CRISTO
Aceptando la Biblia como su único credo, a Jesús como su único pastor, anuncia que para salvarse, toda persona tiene que creer, arrepentirse, y bautizarse para el perdón de sus pecados, y perseverar en la doctrina cristiana hasta el fin.
Las Escrituras dicen: “El que creyere y fuere bautizado será salvo” (Marcos 16:16). “Arrepentíos, y bautícese cada uno… para el perdón de sus pecados” (Hechos 2:38). “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2:10).
Cualquier iglesia que evoque que, por razón de los nuevos tiempo habremos de cambiar o torcer la doctrina, ya dejó de ser la verdadera iglesia de Cristo, pues se aparto de ser fiel hasta la muerte. En consecuencia, “no recibirán la corona de la vida“.
En la verdadera iglesia de Cristo se hace énfasis en la gracia y el amor de Dios, en el sacrificio de Cristo y en la necesidad de aprender y obedecer la sana doctrina, la de Cristo (Tito 2:1; 1 Timoteo 4:16, de vivir él en santidad (Hebreos 12:14), y de llevar mucho fruto para la gloria de Dios (Juan 15:1-8).
Enseña que no hay que abstenerse de ciertos alimentos, ni dar diezmos, porque la ley ya fue vencida en la cruz. La Biblia dice: “Nadie os juzgue en comida… o en cuanto a …días de reposo (los sábados).. (Colosenses 2:14-17). Al decir: “Nuevo Pacto“, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer” (Hebreos 8:13).
Sus cultos se celebran “con orden”. Los miembros cantan sin usar instrumentos, citando Efesios 5:19 y Colosenses 3:16, observando que el Salmo 150 pertenece al Antiguo Testamento. Cuando oran, dirige uno, escuchando los demás y diciendo “Amen”, terminada la oración (1 Corintios 14:16-17).
Todos los domingos conmemoran la muerte de Cristo por medio de la santa cena, comiendo pan sin levadura, y tomando de la copa (Hechos 2:42; 20:7; 1 Corintios 11:17-34). Ofrendan “cada primer día de la semana”, (domingo), dando cada uno “según haya prosperado” (1 corintios 16:1-2; 2 Corintios 9:6-9). No se hace mercadería con los fieles ni se exigen diezmos. Predican mensajes bíblicos, creyendo que el Nuevo Testamento contiene toda la verdad. Las mujeres guardan silencio durante los cultos (1 corintios 14:38).
Predica la unidad, señalando el pecado de las divisiones religiosas. La Biblia dice: “Solícitos [prontos] en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Efesios 4:3). Cristo oró: “Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mi, y yo en ti…para que sean perfectos en unidad” (Juan 17:20-23).
Predica que el Señor “fundó una sola iglesia“. De hecho, Cristo dijo: “Edificaré mi iglesia” (Mateo 16:18). No la del fulano de tal, ni la de cual, ni la de perencejo. Ni la mía ni la tuya. Dice que hay “un cuerpo” como en Efesios 4:4-5.
Rechaza nombres y títulos inventados por hombres; porque, según dicen, causan divisiones. De cierto, su propio nombre es bíblico, encontrándose en Romanos 16:16- “Las iglesias de cristo os saludan“. Los miembros se identifican como “cristianos” (Hechos 11:26), ni más ni menos, no usando nombres de hombres para identificarse espiritualmente.
La biblia dice: “Cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo: y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. ¿Acaso está dividido Cristo?” (1 corintios 1:10-13).
Pues, ¿qué le parece? ¿Será esta la iglesia que buscamos?
Ya que la encontramos bíblica en estos puntos elementales, ¿le parece bien estudiarla más a fondo? Entonces, ¡hagámoslo! Defendamos y vivamos la verdadera Iglesia de Cristo. Esta se siembra en los corazones de los fieles y son los fieles los que la cuidan, la protegen, la viven y la defienden.
¿Sera que la verdadera Iglesia de Cristo se sembró en los corazones de sus fieles y no en la tierra ni en las propiedades ni en las cuentas bancarias de algunos?
No piensen tampoco que porque algunas iglesias humanas se llame a si misma “La Iglesia de Cristo”, sea en realidad una “Iglesia de Cristo”. De hecho, cualquier iglesia que tenga un propietario humano, una organización humana por propietarios, cuentas por pagar y puertas y candados humanos, automáticamente ya dejó de ser una verdadera “Iglesia de Cristo”.
Mateo 18:20
Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Observen bien este versículo de Mateo 18:20. No dice donde ni como ni cuando. menos aun dice si reunidos en la iglesia de los unos o de los otros, peor aun dice reunidos en la iglesia mas rica o en la mas pobre, de hecho, ni siquiera menciona una iglesia del todo, sino simple y sencillamente “reunidos en mi nombre“. ¿Capish?
La de Cristo fue siempre una congregación de fe. No una de bolsillos ni de monedas de plata. Ni de edificios ni puertas ni candados humanos. El amor, la hermandad, el conocimiento y la misericordia, son sus únicos ingredientes.
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