Este sitio Web frente a tus ojos “no es una iglesia humana”, “ni representa a ninguna iglesia de éste mundo”, aquí te presentamos la verdadera Iglesia del Altísimo, la Iglesia de su Misericordia.
Oseas 6:6
Porque “misericordia quiero, y no sacrificio”, y “conocimiento de Dios más que holocaustos”.
Mateo 9:13
Id, pues, y aprended lo que significa: “Misericordia quiero, y no sacrificio”. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
Juan 5:44
¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?
Juan 7:37-38
Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. (Ezequiel 47:1, Zacarias 14:8)
Juan 6:53
Jesús les dijo: iDe cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
Galatas 5:18
Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis [ya] bajo la ley.
Entonces, lo contrario también es verdad: Pero, “si aún no sois guiados por el Espíritu“; o sea, si aún no estáis santificados, entonces aún estáis bajo la ley”. Porque el Espíritu Santo es solo para quienes le obedecen, (HECHOS 5:32); o sea, para sus Santos. Para que éste sea “la guía permanente” en su santidad. No es para los gentiles ni es para los pecadores ni es para quienes aún están en el proceso de la santificación. El Espíritu Santo es el galardón final de Dios Padre y su Hijo Jesucristo para quienes le obedecieron y alcanzaron su santidad. Ellos pasan de ser los llamados, a ser los escogidos. A esos Dios Padre los sella con su Espíritu y los acepta como sus Hijos en su reino eterno. Proveyéndoles así la “vida eterna”.
Efesios 5:5-7
Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
Galatas 4:6
Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre!!
1 Juan 4:13
En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
Lucas 22:41
Jesucristo nos dio ejemplo en el Huerto de los Olivos: “puesto de rodillas oraba”.
Hechos 5:32
Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.
Santiago 4:7
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.